Conoce el TFM de Sofía Perales para el Máster en Diseño Mediante Nuevos Materiales de ELISAVA, dedicado a dar una segunda vida a las cáscaras de huevo.

La ingeniera de materiales de Prewaste ha elaborado un proyecto lleno de innovación con el que convierte cascarones en un caparazón que actúa como un exoesqueleto. Así, consigue un producto circular: evita que un excedente acabe en vertederos (causando problemas ambientales y malos olores), se vuelve a colocar en la cadena de valor como nuevo producto y, como está hecho de componentes naturales y no tóxicos, cuando se descartan se pueden usar para nutrir el suelo como fertilizante o ser reutilizados para producir nuevas piezas.

Para fabricar las piezas, se siguieron cinco pasos: trituración (del cascarón en polvo), calentamiento (la mezcla de componentes), conformado (fundición o impresión 3D), enfriamiento (para acelerar el proceso de desmoldeo) y secado (natural). Las piezas de EGG-SHIELD están compuestas de: matriz polimérica de gelatina (12,2% en peso) con agua (29,2 % en peso) reforzada con cáscara de huevo (58,5 % en peso). ¿Y qué formas se obtienen? El comportamiento natural de las cáscaras permite que se muevan libremente por el molde y se creen proyectos únicos. Cuando el material se seca, adopta características similares a las de nuestros huesos, cemento o una cerámica.

Sofía ha demostrado que los cascarones se pueden moldear e imprimirse en 3D, lo que permite que se elaboren productos funcionales con otros residuos de material orgánico, como baldosas, cápsulas, máscaras, contenedores, una mancuerna… con la posibilidad de crear más formas.

De momento, el proyecto está en fase de desarrollo. Sofía elaboró unas piezas que, producidas de forma industrial, podrían servir como armadura. Pero si se sigue investigando, las cáscaras de huevo podrían tener muchas funcionalidades: por ejemplo, pueden servir para la construcción, si se tienen en cuenta aspectos como cuánto peso aguantarían los cascarones.