La Economía circular es el modelo de producción y consumo que busca extender el ciclo de vida de los recursos. Una de las formas de conseguirlo es a través del reciclaje. 

Para poder utilizar los residuos para generar nuevos productos, deben pasar una serie de procesos, que os contamos a continuación:

La cadena del reciclaje

¿Qué proceso pasa un residuo para ser reutilizado?

Los residuos pueden ser domésticos o industriales, dependiendo del ámbito donde hayan sido generados.

Residuos domésticos

Son aquellos que se generan en casa o en los comercios. Para ellos, disponemos de contenedores de reciclaje situados habitualmente en la calle.

Residuos industriales

Son producidos por empresas e industrias y gestionados de forma privada por gestores autorizados.

Una vez se recogen de los contenedores, se transportan hasta las plantas de transferencia, donde se clasifican en grupos que se transportan por separado hasta las plantas de tratamiento y reciclaje. Allí, a través de distintas técnicas y según la tipología de los residuos, se reciclan y se tratan como materiales que vuelven a la cadena de valor.

De residuo a producto

La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, fundamentada en la Directiva europea 2018/851, establece los requisitos para que los residuos puedan considerarse materia prima reciclada:

1 Los productos resultantes deben ser destinados a propósitos específicos.

2 Debe haber un mercado o demanda para estos productos.

3 Los productos resultantes deben cumplir con los requisitos técnicos y las regulaciones vigentes aplicables a dichos productos.

4 El uso de estos productos no debe tener impactos negativos significativos en el medio ambiente o en la salud humana

La normativa española

Hay determinados tipos de residuos que deben seguir otros criterios adicionales a los descritos en la directiva establecidos por el gobierno de cada estado miembro. En el caso de España, este año el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha publicado criterios para residuos como el aceite usado, papel y cartón caucho, entre otras.

Actualmente el MITECO trabaja para dar forma a la normativa específica para los residuos termoplásticos descritos como: aquellos plásticos que al calentarse pueden fundirse y se endurecen al enfriarse, siendo estas características reversibles.

Esta orden establece las obligaciones que deben cumplir los gestores de residuos y los criterios de calidad para el material resultante. Recordemos que uno de los grandes desafíos medioambientales es la contaminación derivada del plástico. Por eso es importante poder transformarlo en nuevos productos, para poder extender su ciclo de vida y evitar que acabe en vertederos o tirado en la naturaleza.

Estas normativas sirven para regular los procesos de reciclaje y facilitar a los actores de la cadena de valor unas directrices para llevar a cabo la conversión de residuos en productos útiles.