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El desafío de los residuos electrónicos
¿Qué pasa con los dispositivos electrónicos cuando dejan de ser útiles?
Los aparatos electrónicos cada vez están más presentes en nuestro día a día y la llegada de la Covid-19 incrementó su uso, obligándonos a tener los recursos necesarios para teletrabajar. Nuevas versiones, actualizaciones de software, cargadores específicos… los viejos dispositivos se van acumulando en nuestros hogares sin usarlos ni reciclarlos. A veces porque no sabemos si los vamos a volver a usar, otras porqué no sabemos qué hacer con ellos.
Cada 14 de octubre se celebra el Día Internacional de los Residuos Electrónicos. El lema de este año “Se puede reciclar todo lo que tenga un enchufe, una pila o un cable” pone el foco en la posibilidad de reciclar los materiales de todos aquellos artículos que no se tratan de manera adecuada porque no se consideran residuos electrónicos, y se quedan acumulando polvo en un cajón.
¿Qué son los residuos electrónicos invisibles?
Los mandos a distancia, cigarrillos electrónicos, auriculares… Acaban en los vertederos porque los consumidores no los conciben como reciclables.
Ya lo avanza la revista Residuos Profesional: en los hogares guardamos sobre todo productos electrónicos de pequeño tamaño y accesorios que permanecen en los cajones y armarios sin ser usados. Eso provoca que los recursos que contienen estos aparatos no vuelvan a ser aprovechados.
La obsolescencia programada
Algo que no ayuda es la obsolescencia programa. Esta técnica utilizada para que los productos electrónicos dejen de funcionar en un tiempo determinado, acorta su vida expresamente para que los consumidores compren nuevos aparatos.
Precisamente, la Unión Europea se ha puesto las pilas y quiere combatir esta práctica. Por un lado, está en proceso una ley contra el greenwashing que obligará a los fabricantes a informar sobre la durabilidad de sus productos. Así el consumidor podrá tomar la mejor decisión.
La UE también está trabajando en el “derecho a la reparación”. El Parlamento Europeo hizo una propuesta para ampliar el periodo de garantía de los productos y dar al consumidor el derecho a pedir una reparación en lugar de una sustitución. Todo ello va en relación a la Responsabilidad Ampliada del Productor, que debería establecer qué pasa con un producto cuando deja de ser útil.
El reciclaje de los aparatos electrónicos
¿Y qué hacemos con los dispositivos que ya no sirven? Son elementos complejos porque están compuestos por materiales altamente contaminantes, como el mercurio, plomo o arsénico, que causan daños para la salud y el medio ambiente.
Por eso es importante reciclarlos para que se traten de la mejor manera. Para evitar que acaben en vertederos o incineradoras, debes llevarlos a un punto verde, donde podrán aprovechar sus materias primas para producir nuevos dispositivos. También hay tiendas de electrónica a las que puedes llevar estos residuos para que los aprovechen.
Recuerda… Si se estropea un dispositivo electrónico, intenta repararlo antes de tirarlo. Y si ya ha llegado a su fin, recíclalo de la mejor manera llevándolo a un punto verde.
Puedes encontrar más consejos sobre dónde tirar los dispositivos electrónicos que ya no funcionen en nuestro post de Instagram.