Piensa en cuánta ropa has comprado este año. ¿Cuántas veces la has usado? ¿Cuánto tiempo te durará? ¿Cuánto has tenido que pagar por ella? 

El problema de la moda 

La industria textil es una de las más contaminantes del planeta y, según datos de Ellen MacArthur Foundation, usa más de 98 millones de toneladas de recursos no renovables por año. Eso incluye petróleo para producir fibras sintéticas, fertilizantes para cultivar algodón y productos químicos para fabricar, teñir y terminar fibras y textiles. 

El precio de una sola pieza

Si el planeta tiene que pagar un precio tan alto por la ropa, ¿por qué es tan barata? Porque no corresponde con la realidad. 

Tomemos como ejemplo una camiseta básica de algodón. En H&M (y en otras muchas tiendas) no llega a valer ni 6 €. 

¿Qué se ha necesitado para que esta camiseta llegue a tus manos? 

Un agricultor ha usado su tiempo, maquinaria y agua de riego para cultivar unas semillas de algodón que se ha recolectado y procesado en una planta de tratamiento. Se ha convertido en hilo, el hilo se ha tejido para producir tela. Los trabajadores han confeccionado una prenda que alguien ha diseñado anteriormente, se han usado más materiales para empaquetarlo y se ha distribuido por aire, mar y/o tierra. Todo ello ha supuesto el consumo de energía, agua, materias primas y ha generado emisiones de carbono. 

Después de conocer todo este proceso, ¿crees que 5,99 € lo pueden cubrir todo de manera justa? No nos deberíamos preguntar por qué la moda sostenible es más cara, sino por qué el fast fashion sale tan barato.

El precio de la camiseta de algodón nos hace pensar en qué salario han recibido todas las personas que han participado en el proceso de producción y en cuánto le ha costado al medio ambiente. Y aún deberíamos sospechar más cuando la única información que recibimos sobre la prenda es lo que ya sabemos, el material del que está hecha, y nada sobre su origen ni la trazabilidad asociada. 

Este es un problema con el que nos solemos encontrar los consumidores. Aunque queramos informarnos sobre lo que compramos para ser más conscientes de ello, si quienes lo venden no nos dan esa información, nunca conoceremos su impacto. 

Soluciones más sostenibles

Siguiendo la visión de Ellen MacArthur Foundation, la industria de la moda debe diseñar productos que sean: 

Hechos para ser hechos de nuevo

Los productos se deben diseñar de modo que, al acabar su ciclo de vida, se puedan desmontar para recuperar sus materiales. Así se podrán reutilizar o reciclar, para volverlos a introducir en el ciclo de vida de un nuevo producto. De igual manera, se tiene que minimizar el embalaje y hacerlo con materiales reciclables o compostables. 

Deben tener un mejor uso

Diseñar y producir ropa de más calidad y durabilidad, que se pueda reparar. Proporcionar toda la información necesaria para que el consumidor pueda tener cuidado con la prenda y lavarla con ciclos cortos, ahorrando agua, energía y evitando el maltrato de las prendas en la lavadora.  

Hechos de recursos seguros y reciclados o renovables

Los materiales usados para los productos deben estar libres de componentes peligrosos y la producción de estos no puede verter sustancias ni microfibras dañinas al medio ambiente. Se tiene que optimizar el uso de los bienes, como el agua o la energía, y minimizar la necesidad de utilizar recursos vírgenes, aumentando el uso de productos y materiales existentes. 

¿Qué puedes hacer tú?

Si después de saber el verdadero precio de la ropa quieres cambiar tus respuestas a las preguntas del principio de este artículo, te proponemos algunas soluciones:

1. Mira en tu armario antes de comprar

Sabemos que hoy en día adquirir productos está a un solo clic, pero antes de hacer ese gesto piensa si realmente es necesario que te compres esa prenda que de repente ha aparecido en tu pantalla. Si ya tienes suficiente ropa, úsala hasta que no valga.  

2. Si está dañada, repárala

Antes de tirar una prenda que se haya roto, repárala para poder seguir usándola, a lo mejor tiene solución. 

3. Segunda mano

Puedes encontrar ropa estupenda en tiendas de segunda mano, pero también intercambiar ropa que ya no uses con tus amistades y alargar así el uso de aquellas piezas que otros ya no necesitan. 

4. Asegúrate de que durará

Encontrarás marcas sostenibles que producen ropa de alta calidad y durabilidad. Fíjate en su diseño, sus tejidos, su temporalidad… Y para darle un mejor uso y cuidado, consulta siempre la información proporcionada por el productor en la etiqueta de la prenda. 

5. Recicla 

Si ya no se puede reparar o ya no la quieres, deposita la ropa en los contenedores especiales que encontrarás en distintos puntos de tu municipio. Así otros la podrán usar o será tratada de la mejor manera. 

Recuerda… Busca alternativas para que el planeta y sus habitantes no tengan que pagar un precio tan alto. Pásate a la moda sostenible y luce tus prendas con orgullo.