Aunque los ventiladores también consumen energía, lo hacen en menor medida que el aire acondicionado. Se recomienda situarlos en el techo, ya que el aire caliente situado debajo asciende y se enfría por el movimiento de las aspas. Si el que tienes es de pie, colócalo en lugares donde el aire circule libremente sin obstáculos, como frente a una ventana.

Durante las horas de mayor intensidad solar, desde el mediodía hasta las 18 de la tarde, baja las persianas. Una vez el sol baje o se vaya por completo, es conveniente levantar las persianas y abrir las ventanas para crear corrientes de aire en la vivienda. Puedes dejar las ventanas abiertas durante la noche para mantener la corriente de aire fresco.

Ten en cuenta las cargas internas de la casa, aquellos consumos de energía que generan calor y hacen aumentar la temperatura. En el caso de la iluminación, una halógena o bombilla incandescente convierte el 90% de su consumo eléctrico en calor, los fluorescentes el 50%, mientras que los LED calientan mucho menos: solo el 10%.

Los electrodomésticos y cualquier aparato electrónico generan un calor añadido al hogar. Consulta qué horas del día son más económicas para poner la lavadora, el lavaplatos, la secadora o usar la plancha o el horno. Normalmente, las franjas más económicas son de madrugada y por la tarde, también los fines de semana. Te puede servir la web Tarifaluzhora.

Puedes colgar una cortina o sábana fría en la ventana para enfriar el aire que entra del exterior. Para no tener que meterla en la colada a diario, puedes dejar la cortina o sábana en el congelador durante unas horas para que se enfríe o rociarla con un pulverizador de agua.

Las plantas purifican el aire y reducen el calor, por lo que ayudan a que tu casa se sienta más fresca. Regarlas (mejor si es por la noche para aprovechar mejor el agua y que no se evapore) también contribuye a bajar la temperatura durante el día. Algunas de las plantas que absorben el calor son: aloe vera, árbol de caucho, cinta y sansevieria.

Ten en cuenta la sensación térmica de tu cuerpo, usa ropa holgada, ligera, de tonos claros y transpirable. Ten en cuenta este consejo también para las sábanas y los demás tejidos que uses en casa.

Bebe mucho líquido y asegúrate de tener siempre a mano agua y bebidas naturales frías como infusiones o zumos. Además, ingiere alimentos fríos como fruta, gazpacho y ensaladas. Esto ayuda a que tu temperatura corporal baje considerablemente.